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Nacido en un pueblo fuera de Irakleio, el Olivo, vivió el horror de la guerra al igual que todos sus coetáneos. Hijo de Ioannis Argirakis, hombre que escribió páginas de oro en la historia de la Resistencia Nacional durante la Batalla de Creta, y de Kalliopi , también luchadora, de los cuales seguiría los pasos. A ambos los perdió durante la Ocupación, viviendo desde entonces emocionalmente concentrado en la idea de la patria. Con esmero mendigó los restos de la tradición nacional y luchó de muchas maneras para que las nuevas generaciones no olviden nunca los rasgos tradicionales de nuestra civilización, y especialmente de su tierra natal, Creta.

Su pasión por Grecia y su historia le hizo dedicar toda su vida a la colección y presentación de reliquias históricas, pero más que todo viajar por todo el mundo animando a los pueblos griegos refugiados, ofreciéndoles imágenes del Cristo o palabras de consuelo.

 

 

Los últimos años recibió distinciones honoríficas de la Academia de Atenas, del Ministerio de la Defensa Nacional y del Militar. También fue honrado por el presidente serbio Milosevic, del patriarcado ecuménico (La Cruz de oro), del museo bélico de Australia (que le dió la medalla Sansón) , del monasterio Arcadi (la medalla de oro),de los veteranos de la Batalla de Creta, de los alcaldes de Tesalónica, Kilkis y Mesologi, del general Demestika, etc. Es además miembro honorable de las Fuerzas Armadas, de los oficiales reservistas de Kalimnos e hijo predilecto de Tilos.

 

 

 

"Η λεβεντιά με το κορμί στη μαύρη γη δεν μπαίνει

κι όποιος την έχει στη ζωή αθάνατος 'πομένει"